Esta siendo un año muy particular para todos en el que nos ha tocado adaptarnos de la mejor manera. Personalmente lo que más me ha costado es afrontar los cambios de fechas y la incertidumbre. El sentir que mi castillo se tambaleaba me ha generado mucha ansiedad. Además, este año nos jugábamos una plaza para el mundial clasificatorio para los Juegos Olímpicos y tenía unas citas muy importantes. Pero dentro de lo que cabe, esta situación me ha dado margen para poder seguir mejorando como surfista. Después de estar surfeando unos meses ya sentía me empezó a faltar un reto en el cual pudiese poner en acción lo que venía trabajando…
Una semanas después de esta reflexión nos comunicaron que se celebraría el prestigioso evento del Pantin Classic Galicia Pro y para mi fue una gran alegría. ¡Por fin tenía una fecha concreta en la que volver a la competición!. Así que no he dudado un segundo en planificar el viaje a Galicia y asistir a la cita. Una vez más, Galicia me ha recibido con un tiempazo y muy buenas condiciones de olas. Además de su deliciosa gastronomía claro. Galicia es uno de mis lugares favoritos en el mundo, por todo lo que ofrece; paisajes, olas, su gente… siempre he disfrutado mucho de esta costa.
Una vez aclimatado me puse manos a la obra para preparar mi entrada en la competición de la mejor manera. Mi rutina consistía en surfear temprano la ola de competición para coger mis referencias y probar mis tablas. Después me volvía a casa a desayunar y salía en busca del spot de surf más adecuado para el segundo baño. Aprovechando este entrenamiento también es una manera de descubrir nuevos sitios, ver nuevos paisajes y encontrar olas que hasta ahora no había surfeado. Por la tarde, después de comer decidía si darme un baño en la ola del campeonato según terminasen o simplemente descansar y dar un paseo por el centro de Cedeira donde me suelo quedar cuando voy a Pantin.
El día previo a competir todavía recuerdo los nervios positivos que tenía, sentía el cosquilleo en el estómago que te altera pero a la vez te enfoca en el objetivo. La previsión de olas para este primer día de competición era enorme con alguna serie que llegó a los tres metros. Para los que conozcan esta playa, saben que cuando alcanza el mar esta fuerza no es ninguna broma surfearla y menos conseguir encontrar dos olas buenas en 25 minutos de manga!
Fue todo un reto superar esta manga pero conseguí dos olas decentes y cerré la manga con una puntuación alta gracias a una maniobra arriesgada que intente en la última sección. Una de las cosas que más me gusta de hacer una buena prestación es que me gano la oportunidad de hacer otra manga en la que afrontaré condiciones diferentes y nuevos rivales. La segunda manga me tocó por la tarde en condiciones espectaculares. Da gusto ver la grada natural de Pantin llena de espectadores con ganas de ver surf de calidad así que este fue motivo para motivarme y dar lo mejor de mí. Sume dos puntuaciones altas y conseguí el pase a los cuartos de final de cuatro surfistas.
En esta manga me enfrentaría a dos grandes favoritos para llevarse el evento pero eso no fue motivo para desanimarme, al contrario, sabía que era la ocasión en la que mejor tenía que jugar mis cartas. El siguiente día entre en manga el primero, a las 8 de la mañana. Gracias a la rutina que llevaba desde que llegué a Galicia pude situarme bien en el pico y elegir las mejores olas. Aún y así, mis rivales fueron mejores y me faltó encadenar dos maniobras grandes para poder volver a entrar en la manga.
Así, me despedí de este evento con buenas sensaciones y con muchas ganas de volver al trabajo para afrontar retos futuros. Los últimos días que nos quedaban en Galicia los aprovechamos para ir de visita, tumbarse en la playa y comer pulpo a la Gallega como si no hubiese un mañana… ¡Hasta la siguiente Pantin Classic Galicia!